El segundo es mas difícil de sentir, es el rumor de la luna iluminando la oscuridad del camino retorcido, entre torres y maleza, ligero como un velo de seda, suave como una caricia...
El tercero necesita paciencia y calma, es un silencio hondo, oscuro, profundo, emana de unos ojos animales ocultos entre el follaje, o del tic-tac de unos engranajes que dan vida a la muerte o del frio helado de los glaciares...