sábado, 27 de julio de 2013

Tiempo

"No quiero que valgas la pena, quiero que valgas el tiempo, que valgas las risas, que valgas los sueños, que valgas las palabras, que valgas las renuncias, que valgas los cambios, que valgas cada momento"

miércoles, 24 de julio de 2013

Roto...

-Te quité el sufrimiento una vez, puedo volver a hacerlo... pero tu eliges.

-Mira, se que crees que me lo quitaste, pero sigue ahí, aunque no recuerde por que, me siento vacío, solo.
Y hacerme olvidar no lo arreglará...
...no arreglará lo que esta roto.

-Lo que le hice, estuvo mal, lo siento mucho.

-Ella dice que la gente como nosotros no tienen que sentir dolor, que pueden bloquearlo, anulando su humanidad.

-Es cierto.

- ¿ Es mas fácil así?

-¿Que es mas fácil?

-La vida...

-La vida apesta igual, pero si estas vacio no tienes porque sentirte mal.

-Tu lo hiciste.

-Lo hice, lo hice durante mucho tiempo... y la vida era mas fácil.


lunes, 15 de julio de 2013

Larisa

Me acostó en el suelo,desnudándome con una paciencia inmensa y me miró,como el marinero que admira el horizonte buscando tierra, como el viejo minero que busca en el rio, pequeñas pepitas de oro, como el artista que admira una obra en un museo.

Y esa mirada, hacia que todo milímetro de mi piel se excitase de una forma imposible, mi corazón latía descaradamente en conjunto con mi vientre, que empezaba a tensarse de imaginar...

Me sonrió,me besó y fue bajando lentamente por la garganta, sus labios eran puro hielo, tan frío, que me quemaba la piel como el sol, deseaba que bajase mas, que no se detuviese en mi ombligo, deseaba darle de beber de mi cáliz, de mis labios, de mis ojos. 

Cada instante se hacia mas denso el poco espacio que había entre nosotros, notaba su cuerpo tenso y duro debajo de la ropa, no era un niño musculitos, era un hombre que se cuidaba, y eso, por dios, eso, no hacia mas que enloquecerme.

Al final tras una risa picante, se lanzó directo hacia mi clítoris ,su lengua jugaba en mí de manera tan asombrosa que no podía parar de retorcerme del placer.

De pronto paró,dejó de acariciarme y comenzó a quitarse lentamente la camisa,

-Te odio Roger, no me tortures así, maldito.

Y sin darte tiempo a contestar, estire de su camisa, hasta saltarle los botones, el me miró serio, callado, sus ojos eran dos lagos anaranjados. Lo había estropeado todo, me tiraría de su cama, de su casa, de su vida, como a un perro que ha mordido su mano.

 Pero para mi sorpresa, me atrapó la cintura, y con una facilidad sorprendente, me puso bocabajo, empezó a pasar sus dedos por mi espalda, con una dulzura que hacia que mis piernas temblasen, sentía su respiración en mi nuca, tararear muy bajo, y como un relámpago que cae de la nada, sus dientes se clavaron en mi hombro. Todo mi cuerpo se deshizo a su boca, a sus manos, mi vientre se endurecía como hormigón a la vez que por mis muslos bajaba calidamente la esencia de mi cuerpo.


miércoles, 10 de julio de 2013

Si vas a intentarlo...

Si vas a intentarlo,
ve hasta el final.

De otro modo
no empieces siquiera.

Si vas a intentarlo,
ve hasta el final.

Tal vez suponga
perder esposa, novias, familia...

...y quizas la cabeza.

Ve hasta el final,
quizas suponga
no comer en 3 o 4 dias.

Tal vez suponga
helarte en el banco
de un parque.

Tal vez suponga
mofas, desden, aislamiento.

El aislamiento es
la ventaja.

Para todo lo demas
es para poner a prueba
tu resistencia.

Tus autenticas ganas de hacerlo.

Y lo harás,
A pesar del rechazo y las ínfimas
probabilidades.

Y será mejor que cualquier cosa que pudieras imaginar.

Si vas a intentarlo,
ve hasta el final.
No existe una sensación
igual.

Estarás a solas
con los dioses...

... Y las noches arderán en llamas.

Hazlo.

Hazlo.

Hazlo.

Hazlo.

Hasta el final.

Hasta el final.

Llevarás las riendas
de la vida hasta la risa perfecta.

Es la única
lucha digna que hay.




martes, 9 de julio de 2013

A la vuelta de la esquina

... en esta gran ciudad
que no tiene final.

pero los dias pasan
y las semanas
se precipitan

y antes de que me de cuenta..

... un año se ha ido ya.

y nunca veo la cara de
mi viejo amigo...

...porque la vida es
una rápida y terrible carrera.

él sabe que lo quiero tan bien...
... como en los días en
los que yo tocaba su timbre...

...y él tocaba el mío...

...pero entonces eramos
mas jovenes.

y ahora somos hombres
ocupados y cansados.

cansados de jugar
a un juego tonto.

cansados de intentar
hacernos un nombre.

-mañana¡ mañana le llamare y le recordare nuestras hazañas.-

pero mañana viene
y
mañana se va...

... y la distancia entre nosotros
crece y crece.

a la vuelta
de la esquina...

...aunque a gran distancia.

y eso es lo que obtenemos...
y merecemos al final.

a la vuelta de la esquina...

... un amigo se desvaneció.

domingo, 7 de julio de 2013

Roger

6 horas Antes...

La impaciencia crecía a la vez que iban sonando los tonos de la llamada, mil dudas bailaban en mi mente tratando de hacerme cambiar de parecer, como si esa voz años atrás olvidada fuera a cambiar mi decisión.

-¿Diga?- su voz tenia un tinte juvenil y juguetón, sabía que era yo quien llamaba.

-¿Porque lo hiciste? Que te hace pensar que simplemente no trataba de gastar una broma a una de mis alumnas...- Quedaba muy falso, pero esa voz interna empezaba a ganar terreno lentamente.

- No lo pensé, me deje llevar, ¿acaso no tomé la decisión correcta? Al menos, me ha llamado, tan alocado no fue mi experimento.

¡ Oh dios! Y encima se permite el lujo de ronronear delante de mi cara con la esperanza de que no voy a devorarla, cuan equivocada estaba...

-Apunta esta dirección, en 5 horas, no me falles.

Y colgué, para impedir alguna replica, tenia que ser así, preciso, milímetro, como todo en mi vida.


Decidido a que no iba a poder conciliar el sueño, enciendo las luces, desnudo mi masculinidad, y empiezo mi ritual, el reproductor cobra vida, haciendo gemir a un piano hasta el éxtasis, me miro frente al espejo y no me reconozco apenas, un espíritu joven encerrado en una carcasa adulta, no pasaba de los 30 años, pero mis ojos... mis ojos habían visto demasiado, y mirada era sabia y cansada. Como un ser atemporal que ha visto crecer el universo desde antes de nacer.

Tras terminar mi ducha, me siento, desnudo, frente a varias barras de incienso, cuyo humo baila como pequeños dragones grises, invadiendo todo el espacio de la habitación, enciendo mi pipa de agua, con la esperanza de calmar mi interior, que salta como un niño ante un juguete nuevo.

Si cierro los ojos, aun puedo recordar todas sus curvas a la perfección, puedo oler su esencia de flor salvaje, intentando entrar en todos mis poros, como el humo de la shisha.
Tras la intensidad de placer olfativo, siento la calma de una noche de verano. 

Cambio mi pensamiento y de forma sigilosa, decido vestirme y salir de casa a escondidas, como si de un abandono infiel se tratase…

Mis pasos incesantes bordean las calles de este barrio de anciana vitalidad, llevándome a una tienda abierta a altas horas de la madrugada.

Mi cuerpo se adentra, y en el pasillo de la entrada, cruza la mirada con una muchacha de ojos verdes que clavan su deseo en mí, continúo, deteniéndome frente al departamento de vinos, que me permiten observarla con escasa visión mediante el rabillo del ojo; 

Escojo uno suave con esperanza de que los gustos de mi invitada no sean demasiado selectos;

La muchacha gira la cabeza hacia la derecha, fijando su excitante mirada en mí, me recorre de arriba a abajo con gran seriedad, puedo imaginar, sentir su tacto de piel, pidiendo que la acompañe.

Niego con la cabeza, demasiado provocativo y arriesgado para mi gusto, con una sentencia a muerte por día, voy mas que sobrado.

Vuelvo a casa raudo, una fuerza tira de mi vientre, atrayéndome a casa, preparo la mesa con velas, enciendo de nuevo el reproductor, mientras cantos gregorianos se funden con el climax de una joven, todo mi vello se eriza ante la sola imagen, de tenerla desnuda en mi cama, y demostrarle que es solo mía.
Tras una larga espera, suena el timbre, al abrir la puerta, la veo, como un sacrificio a algún dios pagano, con un aura de pervesión y lujuria tintados de timidez y dulzura, sin nisiquiera hablarle, la invito a pasar, le ofrezco una copa, y tras cerrar la puerta tras ella, la aprieto contra la pared y contra mi, devorando sus labios, intentando robarle el alma con mi lengua.