Si indagas en mi alma, escucharas  lagrimas no derramadas caer cual cascada, lagrimas porque ya no escuchareis historias  llenas de hadas y dragones, donde la música de vuestra voz me despertará por las mañanas y donde la alquimia de la cocina no funcionara para crear chucherías tan dulces que parecerá que mordéis un trozo de cielo.

Ya no habrá libros ni aventuras por doquier, tan solo queda el frío adiós de un mundo que se resquebraja por momentos, un mundo donde guardaríamos celosamente nuestros sueños.

No me puede estar pasando esto, os veo al final de mi sueño, pero por mas que estire mis manos, no logro alcanzaros, ¿A esto a quedado reducida mi existencia? ¿ Acaso debo ser la misera sombra del gran hombre que os iba a proteger?

Una vez tras otra, me levanto de las caídas, pruebo hasta acabar con mis fuerzas y aun así ahondo mas para encontrar la llave que abra el corazón de la noche, noche que os roba de mi recuerdos, hoy renuncio a mi humanidad y hasta que os vea nacer, nadie llenara mi corazón si no sois vosotros, doy mi palabra y mi honor en ello.

Viviré para recuperar a una reina de cabellos dorados, cuyas manos danzan entre las corrientes del viento como pájaros libres; Para recordar como todo era antes, la arena, la sal, el aire, el viento en sus cabellos...