jueves, 10 de mayo de 2012

En la locura, encuentras la verdad oculta...

He oído lo que los poetas escriben sobre las mujeres. Componen rimas y rapsodias, y mienten. He visto a marineros en la orilla contemplando en silencio la lenta ondulación del mar. He visto a viejos soldados con el corazón de cuero que derramaban lágrimas al ver los colores de su rey ondeando al viento.
Creedme: esos hombres no saben nada del amor.
No lo encontraréis en las palabras de los poetas, ni en la mirada anhelante de los marineros. Si queréis saber algo del amor, miradme las manos cuando acaricio su piel.

Toqué suavemente su sedosa piel, había sitios donde quedaban cicatrices invisibles, en el pasado la habían tratado mal, pero eso no la hacia menos maravillosa.

Si, ella tiene defectos, pero ¿que importa eso cuando se trata de asuntos del corazón? Amamos lo que amamos. La razón no entra en juego. En muchos aspectos, el amor más insensato es el amor mas verdadero.
Cualquiera puede amar algo por algún motivo. Eso es tan fácil como meterse una moneda en el bolsillo. Pero amar algo a pesar de algo es otra cosa. Conocer los defectos y amarlos también. Eso es inusual, atípico, puro y perfecto.

Había algo en ella, que hizo que cometer locuras que me costarían un futuro, tomaran sentido

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