lunes, 28 de mayo de 2012



Me fije en que ella giraba la cabeza y me miraba como si le sorprendiera que tenía delante.



O mejor dicho: fue como si hasta hasta ese momento, yo simplemente hubiera ocupado espacio alrededor de ella, como un mueble.
Pero esa vez, cuando ella me miró, me captó por entero. El cabello rubio rojizo, la línea de la mandibula, la amplitud de los hombros bajo la camisa.
Esa vez, cuando me miró, me vio de verdad.






Dejadme decir una cosa, Todas las horas que pasamos buscando aventuras, todo el fastidio y el cansancio valieron la pena solo para presenciar aquel momento.

Valió la pena,sangre y temer a la muerte por verla enamorarse de mi, Solo un poco. Solo el primer hálito débil del amor, tan leve que seguramente ni siquiera ella lo percibió. No fue espectacular como un rayo seguido del estruendo de un trueno.




Fue mas bien cuando golpeas pedernal contra el acero y salta una chispa que se desvanece tan deprisa que casi no la ves.

Pero sabes que está allí, donde no puedes verla, prendiendo...

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